A traves de la neblina 2

Hoy les ofrezco esta actualización de esta escena, casi dos años atrás: [link]

La bahía siempre nos presentó problemas, había muchos pokémon de agua extraños últimamente, decidimos ir a atrapar un par, no obstante, al llegar a la bahía, una gruesa niebla nos impidió hacerlo, era tan gruesa que la llegada de cruceros, pesqueros y también entrenadores estaba pospuesta hasta el aclarado.

Nos importó poco la espera, nos escabullimos para poder tener a todos ésos a nuestro alcance, traía a Lola, mi lapras, ahora era tiempo de pescar tranquilamente pero el su inestable ferraligatr, igual, pudimos entrar tranquilamente. Pasaron las horas y no pescábamos nada, quizá era sólo un rumor de aquel que nos motivó. Saqué a Marte, mi Espeon, le encanta los días húmedos y grises, al contrario del recién evolucionado Nidorino, de Alex, que se sentía nervioso sobre el gran lagarto azul, aunque su Ekans se mostraba tranquila, incluso gustosa de retorcerse sobre los hombros de alex y nadar bajo ferraligatr, toda una nadadora.

Un rumor de cercanía nos motivó a irnos, algo grande se acercaba, pensábamos que les habían dado luz verde a los barcos para que entraran al puerto, apenas me senté una enorme cabeza surgió de entre la niebla, un gran gyarados casi impacta el costado de Lola, sentí terror, sólo había leído de su poder y agresividad, temía por nosotros pero una voz femenina lo detuvo, sobre su cabeza, parada se encontraba la dueña de tan poderoso ser, quedé más asombrado por la joven de encima que por el gran Gyarados, ella preguntó si conocíamos un buen lugar para descansar, una posada, algo para quedarse a pasar el resto del día, la noche y salir al siguiente día... Le acompañamos a la orilla y en camino supimos que se trataba de la campeona estatal, casi un año menor que yo, tenía que conocer más de ella, no sólo su puesto o prestigio, no era eso lo que quería... No sería la última vez que nos encontraríamos, ni tampoco el más impresionante de los encuentros en el viaje que poco después emprenderíamos, el mundo nos espera y una niebla densa ya no nos detendrá.

Dedicada a mi querida amiga Samantha y mi viejo amigo Alejandro, gracias por todo.
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